La inclusión laboral es cada día más fuerte, cada vez es más común ver mujeres en puestos directivos gracias a que las empresas están generando las condiciones de trabajo necesarias, como salario justo y seguridad del trabajo en caso de maternidad, para promover el desarrollo del talento femenino. 
Son precisamente las posiciones directivas de las empresas las que cada vez demandan más la participación de las mujeres, tal es el caso de la dirección de Finanzas, también conocida como CFO por sus siglas en inglés. 
Hoy en día, 70 por ciento de las organizaciones que tienen la dirección de Finanzas vacante, están solicitando mujeres para ocupar este puesto y es probable que esta cifra aumente ya que las empresas buscan cierto tipo de habilidades como: organización, mayor compromiso, priorización de la calidad de vida y toma de decisiones efectiva.
Cabe mencionar que a pesar de que es una posición en la que preferentemente se buscan mujeres, éstas deben contar con ciertas competencias para tener mayores oportunidades y conseguir el puesto de Dirección de Finanzas dentro de alguna organización.
Algunas de estas competencias, son las siguientes: 
  • Habilidad de negociación: Esta es una capacidad sumamente necesitada en las empresas ya que se requiere una persona capaz de generar resultados positivos bajo cualquier circunstancia y con cualquier persona de la organización.
  • Liderazgo: Se busca que la persona sea una guía que pueda ser admirada y seguida por sus colaboradores. Que sepa destacar lo mejor de cualquier colega, tanto por sus habilidades notables como por las que puede desarrollar en cada uno.  
  • Adaptación y comprensión del negocio: Se necesita conocimiento profundo del negocio, su mercado, las fortalezas y amenazas para la empresa. También, se requiere la capacidad de poder visualizar cualquier riesgo y oportunidad y contar con un alto nivel de adaptación.
  • Comunicación efectiva: Además de un excelente liderazgo, un CFO debe ser capaz de comunicarse efectivamente con su equipo, siempre llevándolo hacia adelante y hacia metas alcanzables; procurando que los empleados se sientan cómodos y en confianza para expresarse, con el objetivo de promover su plenitud empresarial y personal.
Nunca las mujeres habían estado en un escenario tan positivo para su crecimiento como el actual. Las políticas de beneficios flexibles que se han implementado en las organizaciones son el gran promotor del balance vida-trabajo, lo que asegura carreras profesionales con proyecciones de crecimiento sustentadas en las habilidades y competencias de cada persona.